Somos… O no pudo ser…
Quién lo podría saber…
Somos constantes de un sueño
surcando los pensamientos;
volando sobre la tarde,
meciéndose en los recuerdos.
Somos dos granos de arena
buscándose en un desierto.
Somos la puerta cerrada
por la fuerza de los vientos.
Somos la vida pasada
que no encontró nacimiento.
La casa deshabitada
que solo le quedan ecos.
La huella que no se ve…
La palma en mano cerrada…
El puente que no crucé…
La bebida derramada…
Somos paredes de niebla
que separan nuestros cuerpos.
Somos bastones de ciego
palpándose desde lejos.
Somos la puesta de sol
que solo se ve de lejos;
la luna que llega tarde
a iluminar nuestros besos.
Somos cometa sin aire
siempre tendida en el suelo.
Somos gaviota de mar
en este río revuelto.
La vela sin encender…
La ventana siempre abierta…
El sol por amanecer…
La pared llena de grietas…
Somos… O no pudo ser…
Quién lo podría saber…
La esperanza…
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Muy agradecido, Leo, de ver mis letras de paseo por tu blog. Para mí, todo un honor…
Gracias por dejarme un sitio tan importante como escaparate.
Un fuerte abrazo.
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Es un placer para mi leerte y ver tus fotos cada día. El poema “Somos” me gustó muchísimo, así que para mi es un lujo haberlo puesto en mi blog.
Un abrazo, y gracias por compartir.
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Prefiero la vigilia… el paseo entre vivencias… el contacto… las puertas abiertas… la muerte que culmina una vida …. una vivienda habitada sin ecos.
Prefiero el somos… o “semos” como dirian en Aragón.
Para mi lo importante es vivir con el somos; pues el no pudo ser, cuando las espectativas son etereas, creo que no es beneficioso. Es sólo un pensamiento, y cómo tal debatible.
Un abrazo
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Nada que objetar, amigo.
Un abrazo
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